El color de la final entre Carlos Paz y Aero Club Alta Gracia fue el corolario de una jornada a puro rugby, las tribunas de Palermo Bajo se poblaron de espectadores y prácticamente no había lugar para más gente sentada. Un marco digno de una final, que además tuvo en la cancha a treinta titanes que brindaron un excelente espectáculo.
Pero la jornada no arranco con las finales, sino que desde muy temprano comenzaron los primeros valientes a llegar al predio de los “boulevares”; a partir de las diez comenzó al jornada de puro rugby. Mate de por medio, criollitos y algunas cositas mas la gente fue dándole color a esta jornada que no se borrará tan fácil de la mente de muchos.
¿Exagerado? para quien escribe esta nota y acostumbrado a jornadas como los campeonatos juveniles que supieron hacerse en Córdoba hace algunos años, lo vivido ayer supera en creces las finales de aquellos eventos. Y no es poca cosa, es el puntapié inicial de algo que pinta para grande.
Muchas horas, un club que supo bancarse a toda esta gente, su infraestructura dio muestras de que de chico no tiene nada. Y si a todo esto le sumamos que el clima acompaño como el mejor aliado no hay nada que decir, todo salio redondito.
Hubo muy buenos partidos, emociones en tres canchas de manera simultáneas; rivalidades que solo existían adentro de la cancha porque afuera la historia era diferente. Aplausos para los perdedores, todo se compartía, el festejo y la derrota; no había margen para el egoísmo.
Y si hablamos de pasiones, todavía tengo en mente una hincha de Jorge Ross, apretando fuerte sus manos, mirando para otro lado cuando ACV atacaba, claro el partido era apto para no cardíacos. Desesperada entre quienes la acompañaban para saber cuando terminaba, parecía que iba a estallar. Pero cuando finalizo el encuentro, y su equipo había ganado su felicidad era incontrolable.. decía “llama a la radio, avisa que ganamos, ganamos!!! ” . Sin duda que este deporte es único.
Pero la jornada no arranco con las finales, sino que desde muy temprano comenzaron los primeros valientes a llegar al predio de los “boulevares”; a partir de las diez comenzó al jornada de puro rugby. Mate de por medio, criollitos y algunas cositas mas la gente fue dándole color a esta jornada que no se borrará tan fácil de la mente de muchos.
¿Exagerado? para quien escribe esta nota y acostumbrado a jornadas como los campeonatos juveniles que supieron hacerse en Córdoba hace algunos años, lo vivido ayer supera en creces las finales de aquellos eventos. Y no es poca cosa, es el puntapié inicial de algo que pinta para grande.
Muchas horas, un club que supo bancarse a toda esta gente, su infraestructura dio muestras de que de chico no tiene nada. Y si a todo esto le sumamos que el clima acompaño como el mejor aliado no hay nada que decir, todo salio redondito.
Hubo muy buenos partidos, emociones en tres canchas de manera simultáneas; rivalidades que solo existían adentro de la cancha porque afuera la historia era diferente. Aplausos para los perdedores, todo se compartía, el festejo y la derrota; no había margen para el egoísmo.
Y si hablamos de pasiones, todavía tengo en mente una hincha de Jorge Ross, apretando fuerte sus manos, mirando para otro lado cuando ACV atacaba, claro el partido era apto para no cardíacos. Desesperada entre quienes la acompañaban para saber cuando terminaba, parecía que iba a estallar. Pero cuando finalizo el encuentro, y su equipo había ganado su felicidad era incontrolable.. decía “llama a la radio, avisa que ganamos, ganamos!!! ” . Sin duda que este deporte es único.
(Fuente: Cordobaxv)
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